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¿Vives tu pasión?

¿Te gusta tu trabajo? ¿Te gusta tu carrera? ¿Haces lo que haces porque es tu pasión, o porque te encuentras de alguna manera dirigido u obligado, tal vez por la opinión de tus padres, de los medios, de las amistades, de las circunstancias?

Trabajando con pasión

Trabajando con pasión. (Foto de Richard Pflaume con licencia Creative Commons)

Si estás a punto de entrar en la universidad, deberías plantearte si la carrera que estás tanteando la has elegido tú o la ha elegido alguien por ti. Además de tener salida profesional (hay que ser realista, pensar con objetividad), ha de ser algo que te atraiga tan poderosamente que no te importe acabar la carrera por mucha dificultad que tenga, y que tras graduarte no te importe dedicarte a ello profesionalmente durante años de tu vida. La idea es encontrar algo que por incontables horas que dediques, o aún siendo de gran dificultad, la experiencia sea grata para ti.

Si estás en la universidad y te surgen dudas de tu elección, seguramente tus dudas tengan alguna razón de ser. No sigas ciegamente tu camino actual y averigua qué es lo que realmente te llama. Infórmate bien de las posibilidades, asiste a clases de otras carreras candidatas que hayas ignorado hasta ahora. Averigua qué te hace falta y los trámites para cambiar. No sigas cometiendo el error de continuar hasta graduarte (o abandonar) en una carrera que no es lo tuyo.

Lo anterior también es válido para la formación profesional. Por cierto, en bachillerato he visto a más de uno que le hubiera convenido más estudiar un oficio que torturarse estudiando materias que le resultaban totalmente alienas, y ya ni mucho menos hablar de entrar en la universidad. Hay que reconocer que cada uno tiene su inclinación natural hacia ciertos tipos de actividades, y no luchar contra esa naturaleza. Con un oficio también se puede conseguir un nivel de vida respetable, superior a muchos graduados de universidad en muchos casos.

Si estás trabajando, tal vez te sientas frustrado en tu puesto, realizando un trabajo que detestas, haciendo los mínimos para cumplir, calentando una silla más de ocho horas con la mente ausente deseando que el tiempo pase rápido para poder fichar a la salida. Hay mucha gente que vive así su vida laboral, al calor inerte de la supuesta seguridad de su empleo fijo, aún detestando todo lo demás. Éstos suelen ser los primeros en ser despedidos en épocas de crisis.

Empieza ya a buscar cuál es tu verdadera pasión. Prueba con varios hobbies. Decídete a enviar tu currículum a esa empresa o ese puesto que siempre te ha llamado la atención. Haz un stage en extranjero. Apúntate a ese curso o master de comercio exterior/diseño web/community manager o lo que sea. Haz voluntariado, o trabajillos en tus ratos libres. Expande campos, explora posibilidades.

Los límites son los que tú mismo te pongas. Siempre hay alguna manera de sortear los obstáculos que encuentres. Deja de dar vueltas en círculo con miedo a perderte. Pierde el miedo y avanza adelante.

No hay ninguna técnica de productividad o de gestión del tiempo que iguale un trabajo hecho con pasión.

En mi caso, en mi trabajo actual estoy cobrando substancialmente menos de lo que cobraba en mi ocupación anterior. He empezado prácticamente de cero, a nivel de aprendiz. Sin embargo, ahora soy más feliz ya que disfruto con lo que hago (*). No tengo inconveniente en quedarme en la oficina algunas horas más si me piden que les eche una mano con alguna fecha de entrega inminente (si no tengo nada en especial que hacer).

Al segundo mes de trabajo obtuve una subida de sueldo del 12%, y el mes que viene será del 33%. Aunque es fácil obtener estas subidas ya que el nivel inicial era bajo, también veo claramente que apuestan de manera decidida por mí dentro de sus posibilidades (trabajo en una startup que desarrolla aplicaciones web y apps para iphone/ipad y android).

También aprovecho el tirón de mi pasión después del trabajo, casi a diario me dedico a mis propios proyectos, como este blog. La sensación de crear algo propio y compartirlo con los demás es genial. Y si aunque sea a una única persona le resulta de utilidad, ya no puedo pedir más.

Una ocupación laboral es algo que nos va a arrebatar buena parte de nuestras vidas. Si vas a dedicar incontables horas a algo, mejor asegurarte de que sea algo que te guste. Serás más feliz y encima ganarás dinero por ello. De forma natural pondrás más empeño, rendirás más, harás trabajo de más calidad, satisfarás a tus jefes y/o a tus clientes, y tendrás más oportunidades de progresar y alcanzar mayores niveles de bienestar y felicidad.

(* Nota: No me importaría volver algún día a la empresa anterior, aunque tal vez en otro puesto de trabajo, más tranquilo y no tan de “guerrilla” día a día. Si hay algún ex-compañero leyendo esto, un abrazo bien fuerte, que sepáis que sois los mejores, lo mejor de esa etapa ha sido sin duda vuestra compañía)