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Dale un hachazo a la tele

La televisión, qué invento más maravilloso verdad? Cuántos miles de horas que pasamos delante de ella, tirando preciosas horas de vida por el retrete. De media, una persona se tira 9 años de su vida sentadito delante de la tele. Habría que ver si nos vale la pena entregar nuestro querido y limitado tiempo a ella.

Principales aportes de la televisión hoy en día

Hachazo gatuno

Minino dando un hachazo (supuestamente a la tele)

Veamos qué nos aporta la tele a nuestras vidas. Éstos son algunos de los valores que nos transmiten, es una lista no exhaustiva, seguro que se te ocurren más por el estilo:

Violencia: Asesinatos, actos violentos, guerra, maltratos, violaciones, atentados terroristas.

Miedo: Catástrofes naturales, crisis económicas, accidentes mortales, tragedias familiares, consumo y tráfico de drogas, abusos de poder.

Famoseo: Banalidad, superficialidad, chabacanería, incultura, desprecio al prójimo, insulto, violencia verbal, no dar palo al agua.

Politiqueo: Promesas incumplidas, verdades a medias, mentiras a destajo, manipulación de medios, partidismo, amiguismos, sobornos, prevaricación, corrupción

Consumismo: De media vemos 2 millones de anuncios en nuestra vida. Aproximadamente el 40% de tiempo de emisión está dedicado a la publicidad (o más diría yo). Con este bombardeo continuo nos quieren implantar la creencia de que el éxito y la felicidad se miden por la cantidad de objetos materiales de marca que tenemos.

Por supuesto que hay excepciones honrosas, pero se tratan de programas minoritarios arrinconados entre tanta porquería. Es más fácil que te toque algo en la lotería que encender la tele a una hora y canal aleatorio y den un programa cultural/educativo.

¿Son éstos los roles a imitar? ¿Es ésta la manera que queremos seguir para tener éxito y felicidad? ¿No hay más cosas en el mudo a parte de toda esa ponzoña de contenidos y circo mediático que nos tiran encima?

Efectos

Que nadie se piense que la televisión es inocua. Hay infinidad de estudios que ponen de relieve el efecto negativo de la exposición a la programación de la tv en los niños, tan sólo has de hacer una consulta en tu buscador favorito para comprobarlo. Lo peor es que el impacto negativo perdura en el tiempo incluso años después erosionando el aprendizaje, educación y comportamiento hasta bien entrada la madurez.

Los adultos tampoco somos inmunes a este bombardeo, ya que aunque supuestamente tenemos alta capacidad de raciocinio, discernimos entre el bien y el mal, etc, lo cierto es que los mensajes nos llegan a nuestro subconsciente de forma sutil queramos o no. Lo que vemos y oímos en la tele nos está permeando a nuestra mente y condicionando nuestro comportamiento.

Veamos pues cuáles son los efectos ocultos de pasar el rato viendo lindezas:

Insensibilidad: La exposición continua a todo tipo de violencia, desastres, zafiedades y demás nos vuelve más insensibles y permisivos ante ese tipo de eventos. Tomamos la violencia y tragedias varias como algo normal del día a día, ya que los medios hacen un agregado de todo lo que ocurre en el mundo. Pero desde el punto de vista individual, se trata de hechos excepcionales que lo más probable es que nunca nos lleguen a ocurrir a nosotros.

Cuando fortuitamente presenciamos un accidente, un desmayo, un robo de cartera, la mayoría de gente se mantiene al margen, son meros espectadores ante pantallas imaginarias. Algunos desenfundan el móvil para capturar una instantánea o subir el video en youtube. Cuando alguien presta su ayuda, se le cataloga como héroe o ángel, cuando debería ser el comportamiento de cajón.

Miedo: No me refiero a que nos de temor a salir a la calle, sino a un miedo más sutil. Es un miedo paralizante causante de la insensibilidad anterior, que nos lleva a minimizar los riesgos, a evitar exponernos y pasar desapercibidos. Hace que la mediocridad reine, despoja de la iniciativa y creatividad. Se trata del miedo a la crítica, al qué dirán, a ir contra corriente, el miedo a la autoridad.

Docilidad: A través del miedo nos domestican para que aceptemos todas las chifladuras que se le ocurren a los poderosos para perpetuar su poder (es decir, su apego excesivo al dinero): Los escáneres corporales para evitar ataques terroristas (que yo sepa hay más terroristas capturados por los propios pasajeros que por los deficientes, degradantes e incluso peligrosos sistemas de seguridad), vacunas que aportan beneficios millonarios a sus promotores contra “pandemias” que resultan inofensivas, guerras interminables para confiscar armas de destrucción masiva inexistentes, subir los impuestos hasta niveles asfixiantes cuando sería más sensato bajarlos para facilitar la circulación de la economía (y a la larga se recaudaría más por volumen de transacciones), y así un sinfín de perlas.

Ventajas de dar el hachazo

Espero que con lo dicho hasta ahora alguno que otro ya haya dado el hachazo. De todos modos, vamos a rematar la faena. Para empezar, nos quitaremos de encima los efectos comentados en el apartado anterior, que ya es mucho. Pero hay más.

Despeja la mente de toda esa basura. Tu mente se alimenta y trabaja con lo que le eches. Deja de darle basura pasivamente y dale lo que se merece. Plantéate retos y actividades positivas, cómo no.

Creatividad: Una vez libre del lavado de cerebro televisivo, tendrás acceso a un nuevo nivel de creatividad. Ver la tele es una actividad completamente pasiva sin interacción alguna. Si te quitas eso, podrás ocupar el tiempo con actividades que te resulten mucho más gratificantes y estimulantes.

Tiempo: No se que harías si te regalaran 9 años de vida extra, pero yo no los pasaría viendo la televisión. En lugar de matar el tiempo (y por consiguiente matar una parte de tu vida), haz algo con él.

Productividad: Se me ocurren muchos hobbies y actividades constructivas que podría realizar con ese tiempo ganado. Aprovecha para hacer esas actividades que siempre acabas postergando. Simplemente decídete y hazlo. Hacer deporte, clases de inglés, pasar tiempo de calidad con la familia, leer libros (preferiblemente de no ficción, aunque tampoco está mal de otro tipo), lo que sea. Si dedicas ese tiempo al ocio, perfecto, pero hazlo a plena conciencia, prepara tu propio programa y no dejes que extraños te impongan su programación.

En conclusión, centra la atención en lo que te interesa a ti, no a lo que le interesa a los medios y a las fuentes de poder detrás de ellos. Yo no le doy un hachazo a mi televisor porque lo uso de monitor de mi ordenador/centro multimedia (es decir, elijo yo lo que quiero ver exactamente), que si no bien se lo daría ;).